lunes, 29 de noviembre de 2010

Raíz de loto


Para Pau Bambú, con amor

El loto es una planta acuática sagrada tanto en India como en China y su flor tiene un significado muy especial para el budismo. La particularidad de esta flor es que nace en los pantanos, es decir, del agua estancada y sin oxígeno. Aún así, es una de las flores más bellas que hay.
Su raíz se utiliza tanto para la cocina como para emplastos medicinales. Tiene un aspecto extraño pues se parece a un tubo alargado que cuando se corta transversalmente se logran ver una serie de canales que le permiten a la planta obtener el oxígeno que necesita. Su medio ambiente al ser pantanoso suele carecer de dicho oxígeno por lo que esta particularidad la hace realmente asombrosa. Por fuera la raíz tiene un color oscuro pero si la cortamos veremos que por dentro es de un color claro, casi blanco.
Con esta raíz se suele hacer un té de color rojo de sabor indescriptible. El té de raíz de loto se utiliza mucho para las afecciones de pulmón y corazón. Es muy terapéutico para aquellas personas con cuadros de mucosidad y obstrucción respiratoria. Es excelente para resfríos, gripes, asma, bronquitis y congestión pulmonar. Como es de calidad Yang tiene el poder de alcalinizar la sangre.
Se prepara cortando 2 o 3 rodajas de la raíz fresca o seca en un cuarto litro de agua y se deja que hierva por aproximadamente 10 minutos. Aquí en Buenos Aires pueden conseguir bolsitas de raíz de loto secas en Casa China en el barrio Chino (tienen que pedirlo exclusivamente en la caja) y si tienen suerte pueden hasta llegar a encontrar la raíz de loto fresca en el sector de las verduras.


¡Disfruten!

sábado, 27 de noviembre de 2010

Un tekka, por favor


En esta foto -por fin- pueden apreciar la carne de soja texturizada gruesa de la que hablábamos el otro día (previamente salteada y luego hidratada con el mismo caldo de las verduras). Este arroz con verduras, además, está condimentado con tekka, un condimento específico de la cocina macrobiótica del cual me gustaría hablar hoy.
Hay muchos condimentos específicos que la cocina macrobiótica utiliza para que sus platos tengan todos los nutrientes y minerales que nuestro cuerpo necesita. Le llaman los "equilibradores cotidianos". Entre ellos podemos encontrar el miso, el shoyu, la sal marina y el tekka.
El tekka es un condimento sumamente yang que se cocina en gruesas ollas de barro durante diez horas a fuego muy lento. Es oscuro, muy sabroso y de poder concentrado. La palabra tekka proviene de dos ideogramas chinos que significan metal y fuego. A este condimento le llaman "fuego de hierro".
Está hecho con miso de calidad yang (hatcho - miso), aceite de sésamo y varias raíces (lotus, bardana, zanahoria, diente de león). Tiene propiedades medicinales muy destacadas para cuadros extremadamente yin como anemias, reumatismo avanzado y algunos cánceres. Por contener un alto contenido de hierro, entre sus múltiples beneficios encontramos un alto poder de alcalinizar y depurar la sangre, fortalecer los intestinos y renovar la energía.
Por ser de alimento muy yang debe usarse en pequeña cantidad como condimento de algún cereal cocido, en este caso del arroz integral con verduras. Con media cucharadita sobre el arroz y las verduras basta.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Post no apto para macrobióticos muy estrictos

Mañana es el cumple de mi papá. Bah, en realidad, debería decir que su cumpleaños comenzó hoy, 14 de noviembre. Para agasajarlo tengo encargada una lemon pie que junto con el hombre light, pensamos hacer mañana por la mañana a primera hora para que por la tarde esté fresquita y fría de la heladera.
Pero hete aquí que este blog, como bien su nombre lo indica, no avala tortas que contengan azúcar desmedida, manteca desmedida, leche condensada desmedida (que a su vez contiene más azúcar) y merengue (¡más azúcar!).
Hacer una lemon pie intentando seguir los principios de la macrobiótica es como intentar explicarle la teoría de la Relatividad a una señora de vestido floreado que va a hacer las compras del mercado con su changuito (no ofense!).
Hemos decidido con el hombre light que haremos la lemon pie con todos sus ingredientes: harina blanca, manteca, huevos, azúcar, limones y leche condensada. Parece que, de todos modos, haremos una diferencia respecto al relleno pero no daré datos hasta que no lo compruebe mañana como quedó todo.
Por un ratito nos pasaremos al lado oscuro. Pero es por una buena causa. Es el cumple de mi papá.

Sin embargo, se nos ocurrieron múltiples variantes que paso a relatar para ir probando en algún momento.

-Para la masa:

Pensamos usar harina integral, aceite (en lugar de manteca), un huevo (el huevo no lo cambiamos por nada) y azúcar integral. Aquí ya tenemos el primer gran debate. ¿Es realmente mejor el azúcar integral que el azúcar refinada? ¿Vale la pena? Hay varias posturas al respecto. Hay quienes dicen que el organismo no la absorbe tan rápidamente como el azúcar blanca y hay quienes no creen en esto. Como no encontré pruebas al respecto dejo picando la respuesta. Tal vez algún especialista al que le interese la investigación pueda sacarnos de esta duda. Yo, por lo pronto, no le daría azúcar integral a un diabético. Me sigo inclinando por la stevia.

-Para el relleno:

Que Dios nos ayude. La macrobiótica ni siquiera aprueba los limones. Tendríamos que hacer un relleno tan distinto que la lemon pie dejaría de llamarse lemon pie para llamarse... ¡strawberry pie! Como no somos muy estrictos y estamos en plena época de frutillas se nos ocurrió que podríamos procesarlas y mezclarlas con queso casancrem (lácteos, here we go!). La mezcla podría endulzarse con stevia y agregaríamos otro huevo para que cuaje bien en el horno.

Para terminar:

Un coulis de frutos rojos iría bien.

Como verán, nada de esto es macrobiótico así que cualquier sugerencia será bien aceptada. Aún no pusimos manos a la obra pero la idea es empezar a probar. Si alguien conoce recetas macrobióticas de tortas... ¡bienvenidas sean!

Update:

La torta salió increíble y la diferencia en el relleno fue que licuamos un cuarto kilo de frutillas que luego agregamos al jugo de dos limones y dos huevos de modo que usamos la mitad de leche condensada que solemos usar para esta preparación. Quedó una torta rosada con un leve touch de frutillas. ¡Glup!

martes, 9 de noviembre de 2010

Proteína vegetal

Ayer estuve en casa de Ushka, una amiga vegetariana. Luego de charlar mucho y ponernos al día decidimos almorzar algo. Ushka puso a hervir arroz yamaní en una cacerolita y en la otra se dispuso a cocinar algunos vegetales.
-¿Te gusta la carne de soja?
-Sí, pero no sé cómo se prepara. La vez que me la hicieron probar me encantó. Cuando la hice yo fue como masticar una esponja.
-Ah, yo no la hice nunca pero me dijeron que hay que sellarla primero.

Gran idea.
Sellar la soja. Si sellamos la soja nos salvamos de la consistencia de esponja.
Para quien nunca ha visto la carne de soja debo decir que no es muy apetecible. Se parece al alimento balanceado para perros. Viene en bolsas que se pueden comprar en alguna dietéticas o en el Barrio Chino. Por eso, todo el secreto está en saber prepararla. Del mismo modo que el tofu. Un mal tofu significa que no supimos darle sabor. Porque en definitiva el tofu no tiene casi sabor.
Entonces, primer paso: sellar la carne de soja.

Ushka puso a calentar un poco de aceite en la cacerolita y echó un puñado de esta carne vegetal. Revolvió. Cortó unas verduras: cebolla, zanahoria, zapallitos, ají, berenjenas. Las agregó con un poco de agua y dejó que hirviera. Se hizo un caldo delicioso. Luego le agregó azafrán al arroz y una vez que estuvo hecho lo mezcló con las verduras y la soja. Ushka come todo sin sal pero la perdonamos porque siempre tiene dispuesto un salero en la mesa para los que comemos y necesitamos sodio.

El resultado fue que la soja vegetal estaba en su punto exacto.
Así que ya saben. No digan que no les avisé.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Maravillosa Quinoa

Con mucho sol para aprovechar y comer afuera en el jardín...


¿Qué mejor que un buen guisito de quinoa?


La quinoa es un cereal maravilloso, incaico, aymará y quechua, de múltiples propiedades. Ideal para aquellas mujeres que sufren de osbtrucciones menstruales.
La quinoa hoy está cobrando la real importancia que se merece. Existen hoy en países como Perú y Bolivia programas que rescatan el cultivo de este cereal. En Argentina la podemos conseguir en dietéticas.
La ciencia, una vez más, confirmó la intuición del hombre antiguo. Los pueblos amerindios utilizaban este pseudocereal cuyo complejo vitamínico es excelente. Suple las falencias de otros cereales y legumbres aventajándolos en su contenido de proteínas, grasas y sustancias minerales, entre las que se encuentra el calcio y el fósforo.
Además, es riquísima.

Adoro la primavera



Ensalada de lentejas cocidas en caldo de algas kombu y condimentadas con sal marina y limón.
Ensalada de berro con champignones frescos y espolvoreada con semillas molidas de chía, sésamo, lino y girasol.
Arroz yamaní mezclado con zapallo hokaido, puerros y un poquito de caldo de lenguado.
¡Glup!

lunes, 1 de noviembre de 2010

Este post no tiene nada que ver... ¿o sí?

En la cola del súper, esperando que nos atiendan no puedo evitar mirar lo que está llevando la señora de adelante.
-Se está matando -le digo a Nico.
El se ríe.
-¿No será un poco mucho?
-No.
Efectivamente, la señora de adelante había puesto todos productos diet pero a juzgar por su panza abotargada no le estaban funcionando. Leche, yogures, quesos duros, quesos frescos, fiambre, pan lactal blanco, yerba, hamburguesas de carne (goodmark, bueh), Coca - Cola zero, carne de asado y... un mísero manojo de espinacas...
-Esta señora debe sufrir de estreñimiento crónico.
-No veo que lleve activia.
-No le hace falta, es de las que toman mate.