lunes, 9 de mayo de 2011

¿Cuscus dulce?

Con un poco de imaginación se pueden preparar postres dulces que no perjudiquen nuestro organismo. Por supuesto que vale aclarar que no estamos en contra de aquellos postres que producen muerte súbita al pobre páncreas. Si uno está sano, algunos cumpleaños ameritan que uno se aleje del camino diario (y que el páncreas trabaje un poquito, che). Porque de eso se trata. Alimentarse bien diariamente para luego poder darse unos pequeños gustos. Hay postres y festejos que bien valen la pena.

Una vez aclarado este punto paso a mostrarles un postre vegano que aprendí hace unos años con un chef que hoy en día vive en Entre Ríos y tiene un proyecto hermoso. Martín nos hizo dar cuenta de lo poco desarrollada que estaba la repostería vegana. Y nos enseñó a jugar con los ingredientes. También nos hizo ver que agregar un huevo a una preparación no era tan terrible y que si usábamos ghee en vez de manteca tampoco era la muerte de nadie.


Lo que ven en la olla es cuscus. Sí señores, cuscus dulce. La preparación además contiene manzana rallada, avena arrollada, pasas de uva, castañas de cajú y harina de algarroba. Para preparar un cuscus dulce se pone a hervir una taza y media de agua. Al agua le podemos agregar azúcar integral o bien miel para endulzarla. También podemos agregar algunas especias como canela, cardamomo y hierbas como cedrón o kafir (que es parecido al cedrón pero un poco más fuerte). Una vez que el agua hierve se hidrata una taza de cuscus. Se lo agrega en forma de lluvia, se apaga el fuego y se va revolviendo hasta que el cuscus absorba todo el agua. Una vez que esto sucede se le añaden dos manzanas ralladas (o más, esto es a gusto de cada uno), se le espolvorea harina de algarroba, avena arrollada, castañas de cajú, pasas, nueces (si les gustan, obvio) y una cucharadita de polvo de hornear. Esta preparación va al horno unos 20 minutos.


Los cortan en cuadrados y lo sirven. Los que quieran pecar un poquito le agregan una bochita de helado. Queda delicioso.