miércoles, 28 de marzo de 2012

Llegó el otoño: ¡a prender el horno!


Hay gente que se queja cuando uno dice que para comer hay tarta. Como si la tarta fuera un rejunte de alimentos en lata y un cacho de masa comprada en el supermercado.
Las tartas macrobióticas son de lo más nutritivas. Primero porque no llevan masa sino una base de cereales cocidos, preferentemente mijo por su textura.
Esta que ven aquí en la foto tiene esta misma base, una capa de zucchinis previamente cocidos con el método nituke, una capa de puré de calabaza, zanahoria y berenjenas y... un poco de queso por salut (esto si quieren hacerlo estrictamente macrobiótico es preferible que no lo incluyan). Pero bueno, ¡queda tan rico!

Al frío, siempre buena cara...