miércoles, 20 de octubre de 2010

Más sobre sopas

Se viene el tiempo cálido pero no por ello dejamos de tomar sopas. Las sopas son buenas para calentar el estómago y mejoran significativamente la digestión. En primavera y verano tomamos sopas más livianas de verduras. Recuerden siempre tomar pequeñas cantidades de sopa, con un cuenco pequeño estaremos bien.

Una buena sopa tendrá que tener algún alga de mar. Incorporará a nuestro pequeño cuenco el sabor y los minerales del mar. Imagínense, tener entre nuestras manos un pequeño oceáno de nutrientes. Increíble, ¿no? El alga wakame va a muy bien con las sopas. Pero que hay que usar poquito y tener cuidado de no excederse pues el sabor del alga no debe prevalecer en la sopa. Debe sentirse de forma sutil. El alga wakame es muy beneficiosa para nuestra salud pues de todas es la que contiene más hierro y vitaminas del complejo B, incluyendo la B12. También nos aporta calcio.

A mí me gusta mucho agregarle a mi sopa de verduras un poco de miso. El miso es un equilibrador maravilloso que contiene múltiples propiedades. "El miso es una pasta aromatizante fermentada muy sabrosa hecha con porotos de soja y/o cereales y sal marina. Durante siglos fue considerado un alimento curativo en la China y Japón, y hoy investigaciones más modernas revelan que no se equivocaron"*. Entre sus muchas cualidades contiene ácido linoleico y leciticina que disuelven el colesterol en la sangre y ablandan los vasos sanguíneos, alivia los efectos por exceso de tabaco y alcohol, nutre el cabello y la piel, aporta enzimas vivas que ayudan a la buena digestión y a restaurar la flora intestinal muchas veces dañada a causa de la ingesta de antibióticos u exceso de alimentos a base de harinas blancas y lácteos.

Para mi sopa de verduras de hoy herví lo que tenía a mano en una cacerolita. Un poco de apio cortado chiquito, una cebollita de verdeo picada, rallé media zanahoria y a todo le agregué una ramita de tomillo y/o romero. Esto conformó el caldo propiamente dicho. Ustedes pueden agregarle las verduras que deseen, obviamente. Luego le agregué un trocito de alga wakame y salé sobre el final de la cocción.

El miso -y esto es muy importante- debe agregarse al final y en pequeñas cantidades. Nunca cuando el agua está hirviendo. Por cuenco, con un cuarto de cucharadita será suficiente. El miso no debe hervirse pues pierde sus propiedades increíbles. Al apagar el fuego, entonces, se agrega el miso y se revuelve de modo que se disuelva bien en la sopa. Para finalizar si gustan del perejil pueden agregárselo al final, o bien, un poco de nirá ¡que es delicioso!

¡Buen provecho!

*Perla Palacci de Jacobowitz, Macrobiótica para todos, Deva's, Buenos Aires, 2005

3 comentarios:

Pepita dijo...

Feliz de encontrar este blog! Iré leyendo de a poquito. No soy macrobiótica, ni vegana, ni vegetariana, rescato de todo un poquito, no sé si está bien o mal, lo más importante para mí es intentar llevar una alimentación sana, y qué lindo que compartan todo lo que saben al respecto. Me quedo por acá, permiso!

Flor dijo...

¡Pepi, bienvenida! No hace falta ser nada de todas esas cosas, hay que ser uno mismo, conocerse y tomar lo que le sirve. Cada persona es un mundo y como tal no debe aferrarse a las reglas de otros. Besos!

Pepita dijo...

Si Flor, totalmente de acuerdo. Besote!