domingo, 14 de noviembre de 2010

Post no apto para macrobióticos muy estrictos

Mañana es el cumple de mi papá. Bah, en realidad, debería decir que su cumpleaños comenzó hoy, 14 de noviembre. Para agasajarlo tengo encargada una lemon pie que junto con el hombre light, pensamos hacer mañana por la mañana a primera hora para que por la tarde esté fresquita y fría de la heladera.
Pero hete aquí que este blog, como bien su nombre lo indica, no avala tortas que contengan azúcar desmedida, manteca desmedida, leche condensada desmedida (que a su vez contiene más azúcar) y merengue (¡más azúcar!).
Hacer una lemon pie intentando seguir los principios de la macrobiótica es como intentar explicarle la teoría de la Relatividad a una señora de vestido floreado que va a hacer las compras del mercado con su changuito (no ofense!).
Hemos decidido con el hombre light que haremos la lemon pie con todos sus ingredientes: harina blanca, manteca, huevos, azúcar, limones y leche condensada. Parece que, de todos modos, haremos una diferencia respecto al relleno pero no daré datos hasta que no lo compruebe mañana como quedó todo.
Por un ratito nos pasaremos al lado oscuro. Pero es por una buena causa. Es el cumple de mi papá.

Sin embargo, se nos ocurrieron múltiples variantes que paso a relatar para ir probando en algún momento.

-Para la masa:

Pensamos usar harina integral, aceite (en lugar de manteca), un huevo (el huevo no lo cambiamos por nada) y azúcar integral. Aquí ya tenemos el primer gran debate. ¿Es realmente mejor el azúcar integral que el azúcar refinada? ¿Vale la pena? Hay varias posturas al respecto. Hay quienes dicen que el organismo no la absorbe tan rápidamente como el azúcar blanca y hay quienes no creen en esto. Como no encontré pruebas al respecto dejo picando la respuesta. Tal vez algún especialista al que le interese la investigación pueda sacarnos de esta duda. Yo, por lo pronto, no le daría azúcar integral a un diabético. Me sigo inclinando por la stevia.

-Para el relleno:

Que Dios nos ayude. La macrobiótica ni siquiera aprueba los limones. Tendríamos que hacer un relleno tan distinto que la lemon pie dejaría de llamarse lemon pie para llamarse... ¡strawberry pie! Como no somos muy estrictos y estamos en plena época de frutillas se nos ocurrió que podríamos procesarlas y mezclarlas con queso casancrem (lácteos, here we go!). La mezcla podría endulzarse con stevia y agregaríamos otro huevo para que cuaje bien en el horno.

Para terminar:

Un coulis de frutos rojos iría bien.

Como verán, nada de esto es macrobiótico así que cualquier sugerencia será bien aceptada. Aún no pusimos manos a la obra pero la idea es empezar a probar. Si alguien conoce recetas macrobióticas de tortas... ¡bienvenidas sean!

Update:

La torta salió increíble y la diferencia en el relleno fue que licuamos un cuarto kilo de frutillas que luego agregamos al jugo de dos limones y dos huevos de modo que usamos la mitad de leche condensada que solemos usar para esta preparación. Quedó una torta rosada con un leve touch de frutillas. ¡Glup!

3 comentarios:

Pau Bambú dijo...

Yo preparaba el Lemon Pie sin Leche condensada, lo cual ya es un avance NO TENDRÍAMOS LÁCTEOS. El tema es que la crema de adentro era con azúcar, mucho limón y maizena.
Agar Agar y frutillas?
Endulzar con azúcar integral?

Me sumo al intento!!!
Y me sumo a la flexibilidad de HACER UNA LEMON PIE AL 100% para el cumple de PAPA!!!!

Desde mi Atalaya dijo...

Hola, yo te digo mi secreto??, no uso casi nada de leche condensada, lo hago asi: hago un pure de dos aguacates, le aumento el jugo de 4 limones, segun el acido que quieran y luego le agrego una gelatina que preparo con el agar agar y estevia en planta, no en quimico.
Queda muy bien, espero te sea util.

Flor dijo...

Soraya, mil gracias. Voy a probar con la palta! Buena idea! Vamos a ver qué resulta. Prometo mostrar resultados!